«Él». 1 de 2
Hoy viernes Santo, os cuelgo una parte del escrito que «bajó» hace una semana después de todo una vivencia con las dos personas que más he aprendido a amar.
Lunes, Pascua de Resurrección colgaré la segunda parte. Así lo sentí cuando lo escribí y así lo haré.
Que tengas una buena lectura… la Gaviota habló fuerte el otro día…
Casi se había puesto el solo, estaba estirado a la arena, me sentía bien, muy bien, a pesar que la cabeza a menudo no callaba. La mar estaba calmada, el sol calentaba todavía y ya no sufría por las quemaduras.
Yacía mirando el entorno, personas desnudas entraban al agua, admiraba los diferentes cuerpos, algunos me atraían, otros no.
Estirado, miraba el horizonte pensando en Él… cómo casi siempre, antes de terminar el pensamiento sentí una voz muy dulce al lado… la reconocí al instante diciéndome:
“Siéntate, en silencio, escucha, no pienses, no interpretes lo que digo, solamente escucha cómo si fueran las primeras palabras que nunca has oído, sin nada viejo que las pueda distorsionar.
Eres libre.
De cuántas parejas te has apartado? Cuántas has deseado a pesar de tener una al lado? Ya te has liberado de la rabia de tu padre? Ya te has podido separar de la necesidad de la madre? Todavía guardas rencor con el uno o el otro? Aún esperas un abrazo?
No tú, el niño que eras, y todavía Eres.
Te los puedes mirar y decirlo con el corazón en paz:
“Os amo, gracias, soy todo el que me habéis dado! Ya no necesito reprocharos nada, ya no necesito haceros pagar ninguna prenda. Os miro y veo el profesor y la profesora que cada cual tiene y nunca olvida. En vosotros veo el absoluto Amor, aquel que daría la Vida como ya la disteis una vez. Padres os abrazo ya como el amigo que se sienta a mesa tomando un vaso de vino, comentando la obra representada, cada cual su papel, todo el mundo aprende.
Padres, soy libre, ya de vivir mi Vida, con todo el que he elegido, y también con la sabiduría de lo que he descartado.”
Si puedes decir todo esto mirándolos a la cara y sentir solamente Amor hacia ellos, serás muy libre, mucho, sólo dependerá de ti encontrar el Cielo en la Tierra.”
Apenas el sol se perdía por el horizonte, acompañado por los últimos rayos. Daban paso a la noche, otro ciclo.
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